La imparable escalada a la inversa de los precios de las viviendas en el territorio nacional, ha hecho aún más atractiva si cabe la adquisición de un inmueble. Cerrado el grifo del crédito, la inversión queda reducida a aquel que disponga de liquidez suficiente para hacer frente al pago del valor del inmueble. Y estos son, sobre todo, los extranjeros.
Nuestra isla ya atractiva de por sí, se ha convertido en el lugar de segunda residencia de extranjeros que por las circunstancias antes mencionadas desean ser además propietarios. Pero la mayoría de ellos, si bien residen en nuestra isla, mantienen su residencia fiscal en sus paises de origen.
Así que si tienen su residencia en otro país, deben cumplir sus obligaciones fiscales en España como no residentes. Deben tributar por el simple hecho de ser titulares del pleno dominio de un inmueble sin necesidad de obtener rendimientos por ello.
Desde nuestra Gestoría ponemos a disposición de los no residentes nuestra infraestructura para cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes.